Técnicas y consejos para el uso de la spinnerbait
Desde mis inicios en este mundillo de la pesca de depredadores he escuchado en infinidad de ocasiones la expresión “señuelo secreto”, haciendo alusión a un supuesto señuelo con el que el pescador puede conseguir innumerables capturas con relativa facilidad y, debido a mi inexperiencia manifiesta en estos primeros momentos (que sigue vigente a día de hoy) no fueron pocos los señuelos que “adornaron” mis cajas hasta que, harto de esperar esos resultados milagrosos, fueron desapareciendo paulatinamente o cumpliendo con los años una función puramente ornamental.
El tiempo y las experiencias me han hecho llegar a la conclusión de que todos los señuelos son efectivos si se emplean en el momento, lugar y forma adecuadas y, por tanto, aquello que llevará a un pescador a mejorar sus registros será el aumentar sus conocimientos sobre el comportamiento de la especie que quiere pescar (biología) y los lugares de pesca que frecuenta (presas disponibles, estructuras, etc).
No obstante, existen ciertos señuelos realmente versátiles, con los que el pescador puede acometer con éxito una ingente cantidad de situaciones diferentes y, sin ninguna duda, la spinnerbait es uno de ellos y del que me ocuparé en este modesto artículo en el que pretendo transmitir mis ideas acerca de la utilización de dicho señuelo, creencias que se derivan de mis experiencias en el agua y, por tanto, marcadas subjetivamente por las sensaciones y resultados que me han aportado, y que quizás en opinión de otros pescadores, puedan llegar a parecer erróneas.
Al fin y al cabo la pesca de depredadores no es una ciencia exacta, sino un cúmulo de sensaciones, vivencias y experiencias que dependen, además, de un ser vivo y, por tanto, tan cambiante e impredecible como las variables que lo determinan y a las que se enfrenta con la supervivencia como objetivo. Además, cada pescador queda ineludiblemente marcado por los resultados de sus salidas de pesca a la hora de elegir determinados tipos de señuelos o técnicas para afrontar una situación concreta.
De hecho, dos pescadores pueden asumir con éxito una misma situación desde dos enfoques completamente distintos pero igual de válidos, por ello en esta actividad no existen las verdades absolutas y las posibilidades de aprendizaje son prácticamente infinitas.
Desde este punto de vista, y en opinión del que suscribe estas líneas, a la hora de analizar la pesca con cualquier señuelo es muy importante conocer la naturaleza de cada uno de los elementos que forman parte de nuestro señuelo para hacernos una idea clara de cual será su funcionamiento en el agua y así poder decidir con mayor fundamentación cuando y como utilizarlo.
El señuelo:
Para entrar un poco en materia, vamos a analizar las características del señuelo, punto de partida para entender que prestaciones y posibilidades de empleo puede ofrecernos.
Si lo analizamos detenidamente la spinnerbait es, realmente, un señuelo muy sencillo compuesto básicamente por una o varias palas insertadas en un alambre en forma de v y en cuyo extremo contrario contiene un jighead de peso variable recubierto de faldellines y un anzuelo, y que muchos ven como la evolución de las tradicionales cucharillas, empleadas desde los inicios de la pesca del bass con señuelo artificial.
¿Cuál es entonces el secreto de spinnerbait?¿Por qué un conjunto de palas y flecos se muestran tan efectivos con los depredadores?
La respuesta a estas preguntas es bien sencilla, por una parte la spinnerbait es un señuelo fácilmente localizable por los depredadores debido a su vibraciones y dimensiones; imita un banco de pececillos en movimiento, lo que supone una tentación difícil de rechazar. Es, además, extremadamente versátil, ya que combinando sus tipos de palas, colores de las mismas, colores de los faldellines, inclusión o no de vinilos como trailer, el peso de su jighead, etc. nos ofrece infinidad de posibilidades para afrontar con éxito cualquier situación.
Por otro lado es un señuelo capaz de provocar picadas por reacción ya que, debido a su forma y a la posición de sus elementos, goza de gran facilidad para golpear, sin quedarse trabada continuamente, ciertas estructuras y coberturas, provocando destellos y cambios bruscos de dirección, muy efectivos para conseguir picadas en días en los que los basses se muestran especialmente apáticos o esquivos.
Existen gran número de modelos actualmente, todos ellos de características diferentes y que debemos conocer para elegir, con acierto, el que mejor se adapta a nuestras necesidades en una jornada concreta.
Podríamos clasificarlos empleando diferentes criterios, pero creo que el más útil es el que se basa en analizar dos de sus cualidades más importantes y que son la resistencia a la recogida, relacionada directamente con el tipo de pala y la cantidad de vibraciónes que transmite y la capacidad de propagación de sus destellos en el medio acuático, determinada a su vez por el color de la pala que elijamos.
Si analizamos el tipo de pala, nos encontramos básicamente con los siguientes tipos:
a) Willow (pala de olivo).
b) Colorado (pala redonda).
c) Indiana (pala ovalada, un término medio entre las anteriores).
Las palas tipo Willow son las que menor resistencia ofrecen a la recogida, lo cual hace que desplacen menos agua y, por tanto, produzcan menos vibraciones. Sin embargo, al girar a mayor velocidad emiten un gran número de destellos. Son por lo tanto las más recomendables para pescar en aquellos sitios en los que precisemos una mayor velocidad de recogida y podamos maximizar el poder atractivo de sus brillos y reflejos, como suele ocurrir en entornos de aguas muy limpias y también en lugares de escasa profundidad.
Las palas tipo Colorado giran mucho más despacio debido a la gran cantidad de agua que mueven y, por ello, son las que producen mayores vibraciones, pero también menos reflejos. Son por tanto más recomendables para las situaciones en las que una recogida lenta y una maximización de la sonoridad del señuelo sean nuestras prioridad, lo cual suele suceder en aguas muy profundas, donde la visibilidad pasa a ser un elemento secundario, o lugares con aguas excesivamente turbias o tomadas.
Las palas tipo Indiana como ya hemos indicado anteriormente, suponen un término medio entre ambas y son, por tanto, las más polivalentes pudiendo ser empleadas en casi cualquier situación. A pesar de ello son, con diferencia, las menos utilizadas y conocidas por los pescadores europeos, siendo relativamente costoso encontrarlas en nuestras tiendas de pesca habituales.
Podemos encontrar en el mercado modelos montados con todas las combinaciones posibles, tanto de una o dos palas del mismo tipo como mezclas de ambas, siendo los más frecuentes y utilizados aquellos que vienen dotados con una única pala tipo willow, dos palas tipo willow, una o dos palas tipo colorado y aquellos que vienen dotado con una pala tipo willow y otra tipo colorado. Tras analizar anteriormente como afecta cada una de ellas a la velocidad de recogida, las vibraciones y los destellos emitidos, serán las condiciones concretas a las que nos encontremos las que nos hagan decantarnos por cada uno de los modelos disponibles.
Otro asunto importante a tener en cuenta es el color de las palas, ya que según han demostrado diversos estudios la distancia efectiva de propagación de los reflejos emitidos por ellas en determinados entornos está claramente influenciada por el tono elegido.
Aunque existen modelos con palas decoradas con casi todos los colores imaginables, vamos a centrarnos en las más empleadas, que son aquellas que vienen montadas en colores plateados, dorados o cobrizos.
De esta forma, para aguas muy limpias o situaciones meteorológicas de gran claridad y luz solar, el color plateado es el más recomendable, pues goza de mayor visibilidad en estas condiciones en los que los brillos y reflejos emitidos por las mismas se maximizan y, por ende, en entornos de aguas sucias o condiciones meteorológicas que disminuyan drásticamente la visibilidad los colores dorados o cobrizos serán mucho más fáciles de localizar y, por ello, pueden proporcionarnos mejores resultados.
Antes de dar por concluido este apartado vamos a fijarnos en el resto de componentes de nuestra spinnerbait que, aunque puedan parecer menos determinantes, pueden desempeñar una función de vital importancia en la consecución de nuestro objetivo al maximizar las prestaciones de nuestros señuelos.
Un primer componente a analizar serían los rodamientos de los quita-vueltas empleados para unir las palas al alambre. El que una spinnerbait venga dotada de rodamientos de gran calidad aumenta la facilidad con la que la pala gira y esto es de vital importancia en técnicas como “slow rolling” o “helicóptero”, de las que nos ocuparemos mas adelante y en las que la posibilidad de giro de la cucharilla en recogidas lentas o incluso en la caída del artificial hasta el fondo son parte esencial.
Otro elemento especialmente interesante es el material en el que esté construido el jig head, así como el diseño del mismo. Habitualmente nos encontramos modelos de plomo o tungsteno.
A la hora de elegir uno de estos materiales hemos de tener en cuenta que aquellos en los que se emplea el plomo serán señuelos más voluminosos que aquellos en los que se emplee el tungsteno, al ser este último un material más denso. El disponer de igual peso en un volumen reducido nos puede resultar especialmente interesante en condiciones de fuerte viento o cuando queremos hacer lances más largos, ya que cuanto más compacto sea el señuelo mejor se lanzará al ofrecer menos resistencia al aire.
Por otra parte debemos valorar también la diferente sonoridad que nos ofrecen estos materiales. En ocasiones la mayor sonoridad del señuelo al golpear determinadas estructuras puede resultar muy interesante con peces apáticos.
Para continuar con el desglose de los distintos componentes de la spinnerbait debemos analizar el material de construcción del alambre que sirve de nexo entre el resto de elementos que componen el señuelo. No es un elemento baladí, ya que su grosor y grado de elasticidad pueden aumentar o reducir el grado de vibraciones que emitirá el señuelo.
Normalmente encontramos modelos con alambres más gruesos y flexibles en contraposición a aquellos que vienen montados con materiales más delgados y rígidos. Serán estos últimos los que maximizarán las ondas emitidas por el señuelo y, por tanto, maximizarán la efectividad del mismo. Sin embargo estas mismas características suelen conllevar una menor resistencia a la deformación y una mayor posibilidad de rotura.
La decisión de uno u otro modelo dependerá de la valoración que el pescador haga de la necesidad de maximizar prestaciones. En mi opinión, siempre que busquemos peces grandes o estemos ante situaciones de máxima exigencia, como puede ser un campeonato, son más interesantes las spinnerbaits montadas con alambre de titanio o cualquier otro material que nos asegure una adecuada resistencia sin que el señuelo pierda, por ello, capacidad de vibración, ya que aumentarán con toda probabilidad el porcentaje de picadas y la calidad de las capturas, con la única precaución de revisar el estado de nuestro señuelo y no forzarlo excesivamente para evitar pérdidas debidas a la rotura del mismo.
El color de los faldillines también es un aspecto a tener en cuenta, ya que de el dependerá en gran medida la visibilidad del señuelo. A la hora de elegir el mismo hay que considerar, como haríamos habitualmente con cualquier otro artificial, dos tipos de características, que serían el conjunto de peces y resto de seres vivos que sirven de alimentación a los depredadores en esa masa de agua y las condiciones climatológicas y de coloración de la masa de agua que estemos tanteando. Así, por ejemplo, usaríamos colores más oscuros ante días con baja luminosidad o colores plateados o blancos en lugares donde la principal fuente de alimentación sea el alburno y existan, además, buenas condiciones de visibilidad.
No obstante os insto a que hagáis cuantas pruebas estiméis oportunas para determinar que colores funcionan mejor en vuestros lugares de pesca habituales, ya que incluso en masas de agua consecutivas y geográficamente muy cercanas pueden existir diferencias palpables en la actitud de sus habitantes ante las mismas gamas de colores.
En el mercado encontramos, en la actualidad, numerosos modelos de spinnerbait con componentes de gran calidad y efectividad más que probada y serán nuestros propios gustos y nuestras experiencias las que nos hagan decantarnos por unos u otros.
Una vez que hemos analizado las características que le confieren a nuestros señuelos sus diferentes elementos (tipo de pala, color de la misma, color de los faldellines, etc), vamos a centrarnos ahora en las técnicas más útiles para sacar el máximo rendimiento a este artificial tan polivalente.
a) Slow Rolling: Consiste en lanzar nuestro artificial, dejarlo hundir y recoger después la spinnerbait de forma que esta permanezca pegada al fondo durante todo el recorrido y, de este modo, vaya golpeando y rebotando contra todos los obstáculos que encuentre a su paso.
La clave del éxito para esta técnica son los cambios de dirección en nuestro señuelo, así como la sonoridad del mismo, elementos ambos provocados por los impactos del mismo contra los diferentes elementos situados en el fondo de nuestro lugar de pesca. Por ello será de vital importancia que goce de quita-vueltas de calidad, de modo que la pala siga funcionando en recogidas especialmente lentas. De esta manera el señuelo continuará emitiendo vibraciones y destellos de forma ininterrumpida y permanecerá siempre cerca del suelo.
Los modelos de tungsteno, más pesados y compactos, son los más indicados para esta presentación, ya que el exceso de peso para un mismo volumen y la mayor sonoridad que proporciona este material, optimizarán nuestros resultados.
En cuanto a los mejores momentos para aplicarla, puesto que la base de su éxito se basa en la capacidad de provocar picadas por reacción y a que no es una presentación muy habitual, puede ofrecernos excelentes resultados a lo largo de todo el año. No obstante en momentos de aguas frías y peces poco activos, como pueden ser la prefreza y los últimos compases del otoño, este proceder puede resultar efectivo y determinante, al permitirnos conseguir capturas y picadas difícilmente asequibles por otros métodos.
b) Helicóptero: Esta técnica es muy efectiva para tantear las proximidades de las estructuras, artificiales o naturales, en las que el bass suele colocarse a medias aguas y una de las presentaciones más efectivas para tentar a los basses en las inmedicaciones de posicionamientos verticales, como pueden ser grandes cortados, pilares de puentes o bordes de coberturas muy espesas.
Consistente, esencialmente, en lanzar la spinnerbait en aquellos lugares en los que intuimos la presencia del bass y dejar caer la spinnerbait libremente hacia el fondo. La picada suele producirse durante el descenso, por lo que hay que estar muy atento y reaccionar rápidamente ante la menor indicación de que el pez ha tomado el señuelo.
Para que esta técnica sea efectiva es imprescindible que las palas del señuelo funcionen a lo largo de todo el descenso, así como dar con la velocidad de hundimiento adecuada en cada momento concreto.
A la hora de conseguir el adecuado funcionamiento del señuelo es imprescindible que este goce de rodamientos de alta calidad, que permitan el giro de las palas ante la menor resistencia del agua, asegurándonos que continuan en movimento durante todo el descenso.
En cuanto a la velocidad de caída serán el peso de la spinnerbait, el tamaño de las palas y la presencia o no de trailer los elementos a tener en cuenta para adecuarla a nuestras necesidades. La presencia de un vinilo a modo de trailer es especialmente interesante, ya que, aparte de ralentizar la caida aporta aumenta el volumen de nuestro señuelo y también la cantidad de agua que desplaza. Esto puede resultar muy atractivo para los basses en aquellos compases del año en los que buscan un alto aporte calórico con poco esfuerzo, como pueden ser ciertos compases de la prefreza o el otoño.
En cuanto a los mejores momentos para su utilización existen diversos momentos a lo largo de la temporada en la que puede resultar de gran utilidad, como son las ya citadas, pero también en determinadas jornadas y momentos en los que los basses se situan posicionados suspendidos y cercanos a estructuras verticales, como los días de altas temperaturas en verano, en las que es una buena técnica a tener en cuenta.
c) Recogida en dientes de sierra: Cuanto la actividad de los basses no es muy alta, la efectividad de una presentación lineal no suele traer consigo grandes resultados y llega el momento de “jugar con el señuelo” e ir intercambiando recogidas y pausas con pequeños tirones que hagan a nuestro señuelo efectuar un recorrido en sube y baja, con un movimiento sinuoso y errático que despierte el instinto del depredador ante lo que aparecerá ante sus ojos como una presa herida y relativamente sencilla de conseguir con poco esfuerzo.
En este sentido debemos jugar no sólo con los periodos de recogida y pausa, sino con los diferentes elementos que modifican el funcionamiento del señuelo, como pueden ser tipos de pala, pesos, o presencia de trailer, hasta que encontremos la que resulte atractiva para los basses en ese momento. La experimentación y la realización de diferentes pruebas siempre resultan positivas para el pescador por los aprendizajes que este realiza tanto de los aspectos positivos como de los negativos que de ellos se derivan.
d) Regida en superficie: Si nuestra zona de pesca goza de apostaderos adecuados o vemos indicios de que el bass se encuentra cazando activamente en superficie, llega el momento de probar esta técnica. Para ello lo único que tenemos que hacer es recoger la spinnerbait de forma que la pala de la misma permanezca lo más cercana posible a la superficie, o incluso mejor aún, que avance de forma que rompa la misma sin dejar de girar.
Esto suele ser muy efectivo para tantear las proximidades de obstáculos semisumergidos como nenúfares, algas, troncos y demás apostaderos en los que la presencia del bass está casi garantizada, de modo parecido al que lo haríamos con un buzzer. A diferencia de estos últimos el ruido y vibraciones producidas son mucho menores y, en determinadas jornadas, pueden resultar mucho más efectivas.
Para este tipo de recogida las spinnerbaits con palas tipo colorado pueden permitirnos mantener nuestro artificial en superficie con mucha mayor facilidad y, por tanto, prospectar las zonas elegidas con mayor calma. No obstante algunos días los basses preferirán modelos manejados a mayor velocidad y, para ello, las montadas con palas tipo willow son las más recomendables.
Como siempre, el mejor consejo para llegar a determinar el modelo y la velocidad adecuadas, será la realización de pruebas y más pruebas la que nos lleve a la solución más acertada.
e) “Burning Flats”: De este modo denominan los americanos a técnicas basadas en pescar flats (grandes planicies sumergidas) a toda velocidad. Aunque suele ser el lipless el señuelo empleado para ello la spinnerbait me ha resultado igualmente efectiva para esta presentación.
Tal y como imagináis la técnica consiste básicamente en prospectar zonas planas y de poca profundidad con nuestro señuelo manejado a gran velocidad, por ello los modelos dotados de palas willow y de peso medio o alto, como las montadas con cabezas de tungsteno que son, además, más fáciles de lanzar a largas distancias, son las más interesantes.
Esta técnica me ha ofrecido excelentes resultados en días soleados del periodo de prefreza cuando las grandes hembras comienzan a prospectar lugares someros como grandes playas situadas en las proximidades de los accesos a estructuras profundas a las que pueden retirarse rápidamente en caso necesario, especialmente en aquellos días en los que los peces pasto frecuentan estas localizaciones. En más de una ocasión tras haber probado y descartado otras técnicas más lentas y metódicas han sido estas las que me han ofrecido las mejores capturas.
Ya para terminar, os dejo una serie de consejos que me han resultado especialmente efectivos y que creo pueden ayudar a todo aquel que se inicia con este magnífico señuelo:
1.- Adapta la velocidad de recogida y las características de tu señuelo a las condiciones de tus lugares de pesca, cuanto más clara esté el agua y más presionado esté un determinado escenario más rápidamente deberemos recoger nuestro señuelo y más reducido su tamaño, ya que, al resultar más fácilmente analizable y , por tanto, generar desconfianza, aunque lo ideal es probar hasta dar con la que obtengamos mejores resultados.
2.- Utiliza la spinnerbait especialmente en los días de viento fuerte o moderado, sobre todo para tantear las orillas azotadas por el viento. Estos lugares en los que el viento golpea directamente suelen convertirse en zonas muy atractivas para los pequeños peces presa al concentrarse en ella insectos y otros alimentos que arrastra la corriente y, con ellos, los depredadores que no desaprovecharán esta oportunidad.
Además para el correcto desarrollo de determinadas técnicas ciertos elementos son determinantes, tal y como describí en líneas anteriores. Esto no quiere decir que no podamos utilizar modelos más económicos o de menor calidad, ya que en determinado escenarios y ocasiones de menor exigencia pueden resultar últiles, aunque según me ha demostrado la experiencia existe una diferencia notable de resultados en el empleo de unos u otros.
4.- Utiliza la spinnerbait con equipos adecuados. Aunque muchos pescadores disponen de una sola caña o emplean una sola caña a la vez, al pescar de orilla, lo ideal para este señuelo son cañas de potencia medium o medium heavy que te permitan lanzarla con facilidad y controlar sin problemas al pez, pero sobre todo es importante la velocidad de la caña, ya que con una caña fast o incluso extrafast, el porcentaje de picadas conseguidas aumenta considerablemente.
5.- Combina las diferentes técnicas y movimientos y, sobre todo, experimenta. El hecho de que existan diversas presentaciones y formas de recoger nuestra spinnerbait no debe limitarnos a ellas. Es muy recomendable realizar cuantas pruebas y cambios queramos hacer, combinándolas o modificándolas según nos permita nuestra imaginación y nuestro instinto.
De hecho puedo recordar jornadas en las que estas pruebas han resultado determinante como una en la que pude conseguir dos grandes basses casi consecutivos tras combinar dos técnicas como son el slow rolling y la técnica de helicóptero, ya que en mi lugar de pesca detecté una rama sumergida en la que, tras varios intentos infructuosos probé a golpearla con el señuelo para después dejarlo caer hacia el fondo libremente. Fue justo entonces cuando un precioso bass tomó el señuelo con determinación y, justos unos instantes después, otro de similar tamaño haría lo mismo.
Fueron las dos únicas capturas de esa jornada de prefreza de aguas frías y peces apáticos y fue la realización de diversas pruebas con la velocidad de recogida y la forma de hacerlo las que me permtieron conseguirlas.
Con este último consejo creo que ha llegado el momento de poner el punto y final a este artículo que me he animado a escribir tras hablar con varios amigos y conocidos que no tienen depositada mucha confianza en este artificil y con el único objetivo de lanzar algunos consejos e ideas para animarlos a incluir a este señuelo de posibilidades casi inagotables entre los imprescindibles de su caja.
Espero que os guste este modesto artículo y, puesto que todo lo anteriormente expuesto está suscrito por el que escribe y es, por tanto, susceptible de corrección o mejora, os animo a todos a que aportéis vuestras ideas o conocimientos acerca del mismo para que podamos seguir aprendiendo y mejorando.
Un abrazo compañeros.