Los orígenes de Kazumasa Okumura y de «deps»
Cualquier deporte, sea de seguimiento más o menos masivo, integra a personajes que se han hecho famosos por que poseen una serie de cualidades que resaltan sobre los demás. Por poner algunos ejemplos actuales, en el fútbol tendríamos a Leonel Messi o a Cristiano Ronaldo, en el tenis a Rafa Nadal o a Roger Federer, en el baloncesto a los hermanos Gasol o a Rudy Fernandez, dejando otros muchos en el tintero, y solo citando a unos cuantos para enfocar el concepto. Todos los deportes tienen practicantes famosos, y la pesca no es plato aparte. Estamos de acuerdo en que actualmente, gracias a la gran repercusión de los medios de comunicación, redes sociales y demás, tenemos mucha más información del mundo de la pesca que hace no demasiados años. Si nos centramos en la pesca del Black Bass, existen nombres de figuras de gran reconocimiento mundial, como Kevin VanDam, Gerald Swindle, Rick Clunn, Skeet Reese, Mike Iaconelli… todos ellos tienen un objetivo en común, que no es otro que ser los mejores pescadores de competición, siendo su especialidad la de capturar un pez tras otro. Por otro lado, tendríamos personajes de la talla de Seiji Kato y de Toshinari Namiki, que aparte de tener los mismos objetivos que los pescadores mencionados anteriormente, competir para ganar, sienten la necesidad de diseñar y crear sus propios señuelos para después de comprobar su buen funcionamiento, ofrecérselos al resto, tanto si son profesionales como si son simples aficionados. Si en el entorno de la disciplina de la pesca del Bass buscamos a alguien totalmente diferente a todos los demás, solo encontraremos a uno, que no es otro que Kazumasa Okumura.
Este portentoso talento japonés, difiere de todos los demás pescadores profesionales del mundo, ya que su único objetivo es capturar el bass más grande. En un ecosistema en el que la talla media de los peces es de 35 cm., él desea capturar los de talla superior a esa. Prefiere obtener un solo pez grande que muchos de talla standar.
Todos los los deportistas, y en este caso los pescadores no van a ser menos, tienen un ídolo, un personaje en el que inspirarse a la hora de practicar su especialidad preferida. Okumura San, fundador del movimiento Deka Bass Hunter, tiene un gran numero de seguidores, no solo en Japón, sino que su filosofía ha traspasado fronteras y cada día tiene más adeptos por todos los rincones de la geografía mundial.
En algunas tertulias entre amigos, en las que he estado presente, en varias ocasiones se han planteado preguntas de cómo serían los inicios de Okumura San como pescador, de sus orígenes, de cómo habría llegado a impregnarse de su filosofía y a crear la marca “deps”, de sus técnicas o de como afrontaría una determinada cobertura. Dudas y preguntas que muy a menudo quedaban en el aire.
Voy a intentar despejar algunas de las dudas y preguntas, y/o simplemente relatar algunas cosas que son desconocidas para muchos. No voy poder ejecutar una radiografía detallada al completo, puesto que hay muchas cosas que yo también desconozco, pero sí me propongo compartir con vosotros todo aquello que por un medio u otro ha llegado a mis manos, describiendo algunos de los momentos más significativos de la vida de este Big Bass Hunter.
Okumura San empezó a pescar de adolescente, como muchos de nosotros, en ríos, embalses o estanques. Pero cuando su edad se acerca a los 20 años, es cuando verdaderamente inicia su época “seria”. A todos nosotros nos llega, tarde o temprano, un momento de inflexión en la vida, en el que se pasa, como me gusta decirlo a mí, de una simple diversión a una pasión desenfrenada, que en algunos casos, causa dependencia… una fuerte dependencia. Ese llamado punto de inflexión coincide con el momento en el que decide centrar sus jornadas de pesca, casi exclusivamente, en el lago Biwa (Biwa-ko en japonés). En una de sus primeras visitas a este mítico lago, concretamente en su tercera salida, consiguió capturar un big que midió 56 cm., quedándose a las puertas de obtener un “Roku Maru”, nombre con el que se conoce en Japón solo a los basses que sobrepasan los 60 cm. de longitud. Esa captura fue muy importante para él y para su posterior concepción de la pesca del bass, puesto que a partir de ese momento, la captura de grandes basses se convierte en su principal objetivo.
Voy a intercalar aquí un pequeño inciso, porque en mi opinión, creo que es importante, puesto que se trata de la elección de la localización de sus salidas de pesca. Se centra en dos emplazamientos perfectos, que son fundamentales para el legendario Okumura, que además, aparecen a menudo en varios videos grabados años más tarde. D-plosion IV, uno de los mejores en mi opinión, se establece en estos dos puntos anteriormente mencionados. El lago Biwa y la presa Ikehara. Pero… ¿Por qué solo estos dos?
Simplemente porque se dice que la primera estirpe de bass floridanus fueron introducidos en los años 80 en la zona de la presa Ikehara y sus alrededores. También corre el rumor de que al mismo tiempo y “accidentalmente”, algunos de los floridanus, también llegaron de forma “milagrosa” al lago Biwa.
A partir de aquí, todo parece casi completamente normal, pero… ¿Cómo es posible que se pueda ser tan… tan… tan grande?
La respuesta, si meditamos un poco, es relativamente sencilla. Por ejemplo, en el Biwa-ko, por nombrar solo a uno de ellos, los floridanus se han combinado con los Northen Bass, preparándolos para que alcancen pesos de record, y es de suponer que tienen muchas probabilidades de que coman y se ceben en las más diversas situaciones. Uniendo este primer hecho a las plagas existentes de crustáceos y de “Blue Gill”, (sobre todo en los últimos años y en la parte inferior del lago), y sabiendo que son fuentes nutricionales para nuestro amigo el centrárquido, es fácil deducir que cualquier bass, desde una temprana edad se encontrará con un montón de alimento muy fácil de asimilar. Si encima añadimos que una de las peculiaridades de esa estirpe es la del crecimiento, llegamos a la conclusión de que tiene todas las credenciales para convertirse en un Big Bass sin demasiado esfuerzo.
Estos Big Bass se convierten en el objetivo principal de Kazumasa Okumura. Por lo tanto, a partir de 1992 sigue acudiendo a pescar en busca de los Roku Maru y empieza a atraer la atención de los medios del sector, superando varias veces los 4,5 y los 5 Kg. en el Biwa, utilizando en la mayoría de los casos una spinnerbait customizada, y más concretamente, una gran spinnerbait usada a slowrolling, técnica por aquel entonces no demasiado conocida ni muy practicada en Japón.
A menudo, estas monstruosas capturas las obtiene desde la plataforma de su embarcación, mientras se encuentra acompañado de fotógrafos y redactores de revistas del sector, que obviamente, le trabajan inconscientemente como caja de resonancia en el mundo del bass fishing japonés (dominado por aquel entonces por montajes y equipos casi exclusivamente de finesse o como mucho ligeros). El revuelo que se crea, lo proyecta de pronto como un Big Bass Hunter.
En 1998 le ocurre un incidente, que marca un segundo punto de inflexión. Con una spinnerbait, obviamente muy moderada, entra en combate con un big muy grande, como ninguno de los que anteriormente había capturado. A media lucha, la varilla de la spinnerbait se rompe y aquel bass enorme huye libre hacia el fondo del Biwa. A partir de ese día, toma la decisión de fabricarse sus propios señuelos. Y con apenas 28 años recién cumplidos, funda “deps”.
Su primera aventura empresarial, dictada inicialmente por la pasión, empieza con la fabricación de la ya conocida B-Custom, que rápidamente se convirtió en punto de referencia para muchos pescadores japoneses, y que aún hoy, después de tantos años, todavía es considerada por muchos, como una de las mejores spinnerbaits presentes en el mercado, especialmente para la captura de especímenes grandes.
Su primera aventura empresarial, dictada inicialmente por la pasión, empieza con la fabricación de la ya conocida B-Custom, que rápidamente se convirtió en punto de referencia para muchos pescadores japoneses, y que aún hoy, después de tantos años, todavía es considerada por muchos, como una de las mejores spinnerbaits presentes en el mercado, especialmente para la captura de especímenes grandes.
Como bien sabemos, una de las características fundamentales de la marca japonesa son seguramente los big baits. Todo nace a partir de un viaje a Méjico, precisamente al lago Baccarac, conocido en todo el mundo por albergar “lubinas” oversize. En este viaje, el Presidente se topa con un colega japonés que le da buena cuenta de un par de “basses de 10 lbs.” capturados por un pescador local, usando una Castaic trout, notable señuelo americano. Así que nuestro personaje le pregunta a su colega si le podría comprar uno de aquellos señuelos y enviárselo a Japón, puesto que por aquel entonces, los big baits no se vendían en el país Nipón, y dada su escasa disponibilidad, no eran prácticamente utilizados. Apenas de regreso a su tierra natal, y una vez recibido el señuelo, Okumura San se dirige de inmediato a probarlo en la presa de Ikehara, conocida sobre todo, por el agua cristalina que la contra distingue en ciertos períodos. Desde que introdujo el señuelo en las aguas, se sucedieron las persecuciones de basses que rondaban los 70 cm. y las capturas de varios Roku Maru. A partir de estas primeras experiencias, Okumura San comprende inmediatamente la eficacia de los señuelos grandes en la búsqueda y captura de los grandes black bass… y después, por supuesto, esto no termina aquí.
Se inician importantes test y constantes desarrollos con los big baits, nunca antes
vistos en Japón, (el Buzzjet, por nombar a uno), hasta que, al menos en mi opinión,
aparece el tercer y más transcendental punto de inflexión.
En el 2004 salió al mercado, fabricado por deps, el Silent Killer, un señuelo que utiliza un proceso de producción totalmente innovador, patentado como “water through duct” (agua a través del conducto). Formado por una resina expandida rígida, recubierta exteriormente con un material plástico, suave y elástico, que le proporciona al señuelo una naturalidad nunca vista hasta entonces. El agua, durante la recuperación del señuelo, entra por su parte delantera y posteriormente circula y es expulsada a través de un canal que se forma entre la parte rígida y la mórbida, a la altura de su articulación. Todo este conjunto de primicias conduce inmediatamente a obtener resultados increíbles. Okumura piensa que para la captura de grandes ejemplares, las dimensiones, los materiales empleados y la acción del señuelo deben ser los más realistas posibles. Por otra parte, incluso los colores, sobre todo en el uso de big baits en aguas claras, tienen una importancia significativa para los monster bass.
A partir de este “simple” concepto, la siguiente perla de deps es el Realiser, nombre que ya nos hace intuir lo que se desprende de él. Se trata de un señuelo desarrollado para que reproduzca los típicos movimientos de los grandes Blue Gill que pueblan el Biwa, sobre todo en la parte inferior del mismo, peces pasto que los big bass de este lago aprecian de forma codiciosa.
Este crankbait middle runner no lleva rattles en su interior (extraño en un crankbait), propiamente para ser utilizado incluso en áreas de alta presión de pesca, caracterizado por ofrecer un excelente lanzamiento, y aún hoy en día es uno de los señuelos que en ciertas situaciones cambia las jornadas de pesca de muchos big bass hunters japoneses… y también europeos y americanos.
Posteriormente, la compañía japonesa, con sede en Ukyo-ky, en la prefectura de Kyoto, muy cercana al Biwa-ko, produce unos pocos señuelos cada año, pero que son muy solicitados. Inicialmente, todos los señuelos se fabrican a mano, para posteriormente poder testarlos sobre el terreno, y según el resultado obtenido en cada una de las pruebas, se van añadiendo mejoras… sin embargo, nuestro amigo Kazumasa Okumura nos dice que son muchas más las veces que después de días y días de ensayos (algunos señuelos acumulan en sus espaldas más de 15.000 horas de pruebas), al final, quedan descartados. Pero de todos es sabido la calidad y la eficacia que nos proporcionan aquellos pocos que logran pasar todos los exámenes.
No sería de justicia si terminase esta crónica sin rendir mérito al genio de Okumura San, que gracias a su pasión, y seguramente a muchos sacrificios por su parte, ha conseguido crear señuelos que nos permiten capturar grandes ejemplares (un poco de todas las especies depredadoras), y estos señuelos, entendidos y diseñados como big baits, anteriormente al año 2000 no estaban en absoluto presentes en el mercado japonés… por lo tanto, pionero del movimiento Big Bass Hunter, conocido también con el nombre de Deka Bass Hunter, que antes de su ascenso, incluso en Japón contaba con bien pocos pescadores.
Después de varios años desde el nacimiento de su empresa, Okumura San, de cada día gana adeptos que siguen su filosofía y su forma de interpretar la pesca, consagrándolo directamente como el pionero y máximo exponente del movimiento “SOLO BIG BASS”
Me gustaría concluir con este vídeo, que tal vez nos haga entender el concepto mencionado anteriormente.
Texto:
-Deps Blood Staff
-José A. Collado
-José A. Collado
Fotografías:
-Internet
-Internet
-Rubén Tarazona (Staff Fishing Import)
-Jorge Gómez (Staff Fishing Import)
-Jorge Gómez (Staff Fishing Import)
-Rubén Moya (Staff Fishing Import)
Vídeo:
Deps web (Canal Youtube Fishing Import)
Deps web (Canal Youtube Fishing Import)